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Había una vez una chica que soñaba; Había pasado miles de desastres, pero aun así seguía sonriendo, a pesar de la realidad.
-Sonreír es uno de los mayores placeres que existen-decía ella- a de más no cuesta nada y a la gente le gusta.¿ Te has fijado en los hoyuelos que le salen a algunas personas en los mofletes al sonreír?Son preciosos, ojalá los tuviera yo...--Añadía con una sonrisa de oreja a oreja--

Se llamaba Olett. A mi me fascinaba la forma en que deseaba tener hoyuelos en los mofletes, era algo simple, no como lo que suele desear normalmente la gente.

Olett era muy guapa, tenia el pelo ondulado, negro. Sus ojos eran
MUY marrones casi negros.Su piel era tan blanca que se le podía perder en los días nublados.

Interiormente no sabría definir la. Sé que era la persona mas alegre del mundo aunque últimamente no lo expresara nada.
NUNCA expresaba sus sentimientos.

A mi me daba miedo mirarla los ojos porque no sabia que podia encontrar tras ellos.

-Hoy he tenido una pesadilla -me contó un día -trataba de que ¿tu sabes lo oscuros que tengo los ojos, no? Pues la cosa era que un día me despertaba y me miraba en el espejo y mis ojos eran negros totalmente, porque el iris se había unido con la pupila y lo veía todo en blanco y negro entonces mi sonrisa se esfumaba para siempre...

Creo que esa era otra de las razones por las que me daba miedo mirarla a los ojos, no podía imaginarla sin una sonrisa en la cara...:)