Porque nunca imaginamos que llegaría a ser todo así, dónde una sonrisa vale millones, y los llantos son como el respirar. Yo pensé que tenía poderes, que tenía un escudo anti tristeza que podría cubrirnos a todos y destrozar la soledad... Pero míranos, estamos entre aquel recuerdo y el momento. Ahora nada es como creíamos, y nos toca irnos. Cuando suenen las notas frágiles y rompan contra las paredes, será el momento en que te tocará irte a ti, y entonces, nos volveremos a ver.
No dudes que mientras tanto, no habrá noche que no nos acostemos pensando en ti.
Recuerda que la vida es bella, mantente vivo o no nos lo perdonaremos.
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